viernes, 17 de octubre de 2025

Rafael Urdaneta. "El Brillante de las paradojas"

        El próximo 24 de octubre del presente año (2025) se cumple un año más del nacimiento de El Brillante, 236 años para ser precisos, 2 centurias y un poco más desde que este grande del ideario bolivariano nació en el estado Zulia, y 180 años de su fallecimiento. Rafael José Urdaneta Farías nació en la cañada de Urdaneta, quien le iba a decir que, con su brillo, hasta su pueblo llevaría su apellido, este hombre paso de ser un simple venezolano, a ser uno de los generales más leales a Simón Bolívar y a su causa y el pilar fundamental en la Independencia de Venezuela. En más de una ocasión demostró su valía y en más de una ocasión cabalgo enfermo su caballo para enfrentarse al enemigo.

 

        Contra todo pronostico fue declarado traidor, fue nombrado Presidente, ejerció como tal, fue exiliado y despojado de sus rangos, y muy a pesar suyo se encargó de repatriar los restos de El Libertador, y puede que halla sido el hombre que recorrió mas que cualquier otro el territorio nacional de aquella época para defender la independencia.

      Bien lo llamo Bolívar “el más constante y sereno Oficial del Ejército”. Y es que lo demostró cuando en 45 días estuvo presente en 27 combates saliendo airoso de la mayoría de estos. En la ciudad de Valencia lucho por orden de Bolívar hasta morir, pero aun no era el momento para eso, contra todo pronóstico 280 soldados republicanos contra 3 mil realistas, entendía Bolívar que esta ería la muerte de su amigo.

      Otra de las maravillas no menos impresionante, le esperaba cuando se retiro de San Carlos hasta la frontera con la Nueva Granada (actual Colombia), después de la batalla de La Puerta, con un ejército realista detrás y dos mas por el camino, cargando con los heridos. Proezas estas guardadas solo para los mas valientes y como buen zuliano afortunado.

        De manera que, nuestro héroe de la independencia recibió con mucha razón el apodo de Brillante por parte de El Libertador y es que no cualquiera podría librarse de situaciones como esa sin estar destinado a un papel de importancia, tal vez solo Urdaneta pudiese haber contado salir de 27 batallas en 45 días, cuantos amigos, conocidos y subalternos debe haber visto caer el General a su lado, hombres que estaban bajo su mando, hombres que lucharon por él y por Bolívar como solo los hombres y mujeres de ese siglo lo podían hacer.

    Todo esto y mas hacen necesario que estando próximo el día de su nacimiento dediquemos un espacio a ampliar el conocimiento de sus vivencias, las ordenes que cumplió y los tropiezos que debió enfrentar para ser reconocido, no solo por su generación sino por la actual que ya casi no conoce al hombre, al amigo y al prócer que llevo por Nombre Rafael Urdaneta.

 

Las Asombrosas Paradojas de Rafael Urdaneta

1. Introducción: Más Allá del Héroe de Bronce

     Rafael Urdaneta es una de esas figuras que parecen talladas en la certidumbre de la historia: "El Brillante", uno de los generales más leales a Simón Bolívar y pilar fundamental en la Independencia de Venezuela. Su nombre evoca constancia, honor y una devoción inquebrantable a la causa republicana. Sin embargo, detrás de la monumental figura de bronce, su biografía se desgarra entre la lealtad absoluta y la traición impuesta, entre el sueño de la unidad y la orden secreta de dividir.

     ¿Pero qué sucede cuando el héroe más leal es forzado a tomar el poder y luego es marcado como un enemigo de la patria? Su historia desafía las narrativas simples y nos invita a descubrir las complejidades de un hombre atrapado en el torbellino de la historia.

 

2. El último presidente de la Gran Colombia, el primer traidor de Nueva Granada.

      De todas las ironías en la vida de Urdaneta, esta es quizás la más impactante. El 5 de septiembre de 1830, en medio de una Bogotá consumida por el caos y las pasiones políticas, asumió la presidencia de la Gran Colombia. No fue el instigador de la revuelta que derrocó al gobierno legítimo de Joaquín Mosquera; fue empujado por las circunstancias y la insurrección del batallón Callao, que lo vio como la única figura capaz de salvar a Colombia del colapso total.

      Su objetivo era estrictamente provisional: mantener la unidad de la república mientras se esperaba el regreso de Simón Bolívar para que retomara el mando, algo que el Libertador, ya en el ocaso de su vida, no aceptó. Tras la muerte de Bolívar, la situación de Urdaneta se volvió insostenible. Negoció una transición pacífica del poder, pero la hostilidad era tal que tuvo que huir de Bogotá furtivamente, pues sus enemigos se habían confabulado para asesinarle.

      El golpe final llegó el 23 de enero de 1832. El nuevo gobierno de Nueva Granada lo declaró traidor a la patria. Su nombre encabezaba una infame lista de 269 oficiales que fueron borrados de la lista militar y expulsados del territorio. No era un simple castigo; fue una purga sistemática del estamento militar bolivariano, y Urdaneta fue señalado, en la cima de la lista, como el traidor principal. Ya había pasado en su Momento con Miranda y ahora el chivo expiatorio era Urdaneta.

 

3. Urdaneta, un hombre definido por su fidelidad a Bolívar.

       La acusación de traición contrasta brutalmente con el pilar central de su vida: su profunda lealtad a Simón Bolívar, tan profunda que se convirtió en leyenda. Fue el propio Libertador quien lo calificó como "El Brillante" y lo definió como "el más constante y sereno Oficial del Ejército". La devoción de Urdaneta quedó inmortalizada en su frase más célebre, dirigida a Bolívar en un momento de dificultad:

 "General si con dos hombres basta para emancipar la patria presto estoy a seguirle a usted".

     Y sin embargo, fue a este hombre a quien el Estado declaró traidor. Su acto final de devoción fue quizás la respuesta más conmovedora. Muchos años después de ser exiliado y despojado de sus rangos y embestido por pura política como diplomático, Urdaneta tuvo un rol protagónico en las gestiones para repatriar los restos de Bolívar a Venezuela en 1842. Es de señalar que para recibirlos, se puso su uniforme militar por última vez. Fue un acto de profunda simbología: el general deshonrado, vistiendo el uniforme que le habían arrebatado, ofreciendo un silencioso y digno desmentido al estado que lo había repudiado, para dar la bienvenida al hombre por quien lo sacrificó todo.

 

4. El leal unificador que recibió la orden de dividir.

        En un giro de la historia, Urdaneta, el hombre que asumió el poder para salvar la unidad de la Gran Colombia, recibió previamente del propio Bolívar una sugerencia para destruirla. En una carta enviada desde Guayaquil el 13 de julio de 1829, un Bolívar desesperado por la crisis política le compartió un plan drástico.

        El Libertador, el gran unificador, le aconsejaba a Urdaneta ayudar a José Antonio Páez a "reunir las opiniones de Venezuela", sugiriendo de facto la división de la Gran Colombia como una salida a la anarquía. Irónicamente, el mismo hombre que más tarde sería exiliado por no lograr preservar la unidad de la Gran Colombia, había sido aconsejado en secreto por su fundador para que ayudara a orquestar su división. Este hecho no solo revela la profunda desesperación de Bolívar en sus últimos años, sino también la inmensa confianza que depositaba en Urdaneta, el único a quien podía confiarle un plan tan radical y secreto.

 

5. La Última Deuda de un Héroe. Murió sirviendo a la patria, su última orden fue devolver el dinero.

        En 1845, Urdaneta se encontraba en París en una misión diplomática crucial: lograr que España finalmente reconociera la independencia de Venezuela. Sin embargo, su salud, ya deteriorada, le falló definitivamente dicen que la causa de su muerte fue un cálculo en un riñón, el cual era del tamaño de un puño. Murió el 23 de agosto de ese año, lejos de su patria.

       Lo que sucedió en su lecho de muerte define su carácter de forma indeleble. Sintiendo que su fin estaba cerca, su última preocupación no fue personal, sino para con el Estado. Le pidió a uno de sus hijos que devolviera al Tesoro Público los viáticos (gastos de viaje) que no había llegado a utilizar para concluir su misión. Este gesto de desprendimiento y honestidad absoluta, realizado en sus últimos momentos, demuestra una integridad que iba más allá del deber.

 

6. Luchó en 27 batallas, pero una enfermedad le robó la gloria final.

     La carrera militar de Urdaneta fue intensa y heroica. Participó en 27 combates, destacando hazañas como la defensa de la ciudad de Valencia, donde con solo 280 soldados contra los tres mil soldados de las fuerzas realistas, cumplió la orden de resistir hasta morir. Era un guerrero probado, siempre en la primera línea de la acción.

    Sin embargo, la historia le reservaba una amarga ironía. En 1821, cuando Bolívar concentraba sus fuerzas para la ofensiva final que sellaría la independencia de Venezuela, Urdaneta condujo su división desde Maracaibo hasta San Carlos. Pero justo antes del momento culminante, "serios quebrantos de salud" le impidieron tomar el mando en la decisiva Batalla de Carabobo. Uno de los generales más activos y constantes de la guerra se perdió, por enfermedad, el acto final para el que tanto había luchado.

 

7. Conclusión: La Compleja Memoria de un Patriota

        Rafael Urdaneta fue, en esencia, un hombre de paradojas. Su vida estuvo marcada por una lealtad y una honestidad intachables, pero el caos político lo arrastró a ser un Presidente por la fuerza y, posteriormente, un traidor por decreto. Fue un pilar de la unidad bolivariana que recibió del propio Bolívar la idea de la división.

       Sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional en 1876, donde hoy es venerado como uno de los más grandes héroes de la nación. Su historia nos obliga a mirar más allá de las estatuas y los títulos. Queda latente la interrogante ¿Cuántos hombres de la historia de nuestra patria habrán tenido que hacer innumerables sacrificios y pasar por desmanes tan solo para mantener la integridad no solo del territorio sino de su población?

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